Sr. Eduardo Galeano
Mucho me hubiese gustado conocerlo en alguna orilla del Plata
para expresarle estas palabras personalmente. Respecto a su discurso donde
mezcla la epopeya española y el imperialismo anglosajón, quiero dejarle estas líneas, deseándole de
todo corazón que este viendo la verdad eterna y su alma se haya reconciliado
con Dios y pueda descansar en paz. En
principio, nadie duda que en la conquista del Nuevo Mundo hubiera abusos, como
pasa siempre, aún hoy, cuando se encuentran poblaciones que se desconocen; solo que el resultado final fue una
civilización donde los naturales salieron favorecidos en el balance final.