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EL BAUTISMO ¿SACRAMENTO DE URGENCIA O DECISIÓN DE ADULTOS?

 


Por Ángelo Guíñez Jarpa

“Y acercándose Jesús les dijo: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; id pues y enseñad a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.


Mateo 28, 18-19.

Como hemos llegado a tiempos en que se piden certificados para aceptar que el pasto es verde, es necesario aclarar este punto para la mayoría de “católicos” de nuestros días. La visión protestante del asunto ha inundado a tal nivel que el número de bautizos en bebés decrece año tras año. El relajo y falta de devoción en este Sacramento roza en lo grotesco en las parroquias modernistas, cuando vemos a padrinos renunciar a Satanás y a sus pompas, muertos de la risa, y no pocas veces con la anuencia del celebrante que sabe que lo hacen por cumplir con un compromiso familiar. Ni hablar de las charlas o preparación para padres y padrinos, que ante los hechos es mejor que ni existan. 

Habría que recordar que este sacramento fue un regalo de Nuestro Señor Jesucristo, para permitirnos borrar el pecado original y emprender una vida santa como parte de su Cuerpo Místico. Ya que pasamos tiempos de novedades increíbles, no sobra advertir a los padres que la fórmula del bautismo es y debe ser siempre: «Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». Cualquier alteración, por mínima que parezca, dejaría al bautismo sin validez. 

Tan importante es este Sacramento que la Iglesia permite que, además de sacerdotes, este rito pueda ser administrado por diáconos, e incluso por seglares ante riesgo de muerte de la criatura, mientras diga la fórmula con intención de bautizar en la iglesia católica. 

Conveniente es recordar dos pasajes bíblicos que nos iluminan al respecto del bautismo: «Pues todos los que habéis sido bautizados en Cristo estáis vestidos de Cristo.» (Gálatas. 3, 27). «Si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de los cielos.» (Juan. 3, 5). Debido a esto último, es de gran urgencia que se bauticen a los niños en la primera semana de nacidos, por el riesgo de que puedan fallecer sin este Sacramento. Estos bebés, al carecer de pecados en vida, no se condenan, pero no pueden ver el cielo por lo que quedan en un limbo sin sufrimiento, como declaró al respecto Santo Tomás de Aquino. 

Además del bautizo recién examinado, existen también dos opciones de lograr el bautismo cristiano. Estos son el martirio, que es un bautismo de sangre, y otra opción es un deseo total de ser bautizado, basado en un acto inmenso de amor a Dios, que guarde perfectamente el arrepentimiento de sus pecados. 

El bautismo es el primer peldaño de los demás sacramentos, en los cuales el fiel debe dar testimonio claro de su fe a pesar de los respetos humanos. “A todo aquel que me confiese delante de los hombres, Yo también lo confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.»  (Mateo 10, 32). 

Complementando a las sagradas escrituras, el Papa Santo, San Pío X nos da luces respecto de la importancia del bautismo en su Catecismo…

553.- ¿Cuáles son los efectos del sacramento del Bautismo? 

El Sacramento del Bautismo confiere la primera gracia santificante, por la que se perdona el pecado original, y también los actuales, si los hay; remite toda la pena por ellos debida; imprime el carácter de cristianos; nos hace hijos de Dios, miembros de la Iglesia y herederos de la gloria y nos habilita para recibir los demás sacramentos.

564.- ¿Pecarán, pues, los padres y las madres que por negligencia dejen morir a sus hijos sin Bautismo o lo dilatan? 

Sí, señor; los padres y madres que por negligencia dejan morir a los hijos sin Bautismo, pecan gravemente porque les privan de la vida eterna, y pecan también gravemente dilatando mucho el Bautismo, porque los exponen al peligro de morir sin haberlo recibido.

567.- ¿Es necesario el Bautismo para salvarse?

El Bautismo es absolutamente necesario para salvarse, habiendo dicho expresamente el Señor: El que no renaciere en el agua y en el Espíritu Santo no podrá entrar en el reino de los cielos.

Espero que este artículo sirva para motivar a quienes todavía no hayan bautizado a sus hijos, para así no demorar más este Sacramento tan importante. Es el primer regalo que le pueden hacer a sus hijos, para que comiencen así el camino que los lleve a la eternidad. Este nuevo nacimiento, que se refleja generalmente en vestimentas blancas, da testimonio de que su alma se liberó de las cadenas del pecado original. Gracias a Jesucristo, que hace todo nuevo, sus hijos recibirán con el bautismo una vida renovada que debe crecer protegida de las tentaciones del mundo por padres y padrinos. 

Como advertencia adicional, la iglesia siempre ha recomendado a los padres que a los niños se les pongan nombres de santos que les ayuden a ser ejemplos en sus vidas. De este modo tendrán, además del ángel de la guarda, a otro santo que les ampare. Esta indicación, claramente, es inadvertida por estos días. Volvamos a la vida de virtud, mientras quede tiempo para hacerlo.